Después de varios meses en los que los menores han disfrutado de unas merecidas vacaciones llega el momento de volver a las rutinas habituales: ir al cole, hacer las tareas, estudiar… En los meses de verano los padres suelen relajar los hábitos adquiridos durante el curso y se suele ser más permisivo con las actividades, horarios e incluso en la aplicación de las normas.
La vuelta a la rutina puede resultar complicada aunque siguiendo algunas pautas puede ser más fácil de lo que imaginamos.
- Cualquier cambio necesita un periodo de adaptación.
Es muy importante empezar a modificar las rutinas a finales de agosto y primeros días de septiembre para que cuando llegue el primer día de colegio el menor acuda en las mejores condiciones físicas y mentales.
- Cambiar la hora de levantarse y acostarse de manera paulatina.
Si durante el verano los niños estaban acostándose y levantándose tarde hay que empezar a cambiar estos hábitos y cada día ir recortando minutos de manera que cuando llegue el día antes de empezar con las clases los menores se hayan acostumbrado a acostarse temprano y levantarse temprano para dormir las horas necesarias y poder rendir al máximo en clase.
- Incorporar actividades que faciliten la concentración y atención.
Es normal que si los menores han sacado buenas notas no hayan vuelto a realizar ninguna actividad de repaso durante el verano. Además se ha incrementado el número de actividades lúdicas y gratificantes para ellos que no les requieren esfuerzo y con las que se divierten. Es el momento de ir introduciendo algunas actividades que requieran utilizar la atención y concentración, sin eliminar totalmente las lúdicas. Se puede fomentar la lectura, pequeños repasos de alguna asignatura del curso anterior, hacer algunos ejercicios o fichas que les hagan volver a entrenar las habilidades que han dejado un poco apartadas durante el verano. Estas actividades hacen que el niño se vaya acostumbrando nuevamente al trabajo intelectual.
- Motivar.
Es una tarea muy importante que deben realizar los padres, hay que transmitir al niño la ilusión por comenzar un nuevo curso. Enfocar la vuelta al cole como algo positivo y no como un castigo, enfatizar los aspectos positivos: volverá a ver a sus amigos, puede conocer a otros niños, estrenará nuevos materiales, pasará al cole de mayores, etc. Sería bueno involucrarlo en la preparación de lo que necesita, que venga con nosotros en las compras o colabore con nosotros en preparar y poner a punto los materiales que nos puedan servir del curso anterior.
- Planificar el curso académico.
Si el curso anterior ha tenido un horario de tareas y estudio que ha funcionado mantenerlo o hacer las modificaciones oportunas si pasa a otra etapa o este año tiene nuevas actividades extraescolares. Si no ha tenido este hábito hay que empezar a incorporarlo. Lo importante es que todos los días haya un tiempo de tareas y estudio a primera hora de la tarde antes del tiempo libre. De esta manera le damos importancia a su deber que con sus años es estudiar. Además creamos un hábito que le será muy útil cuando vaya progresando en los estudios.